"¡Yippee-ki-yay, hijo de puta!"Un grupo terrorista se apodera del edificio
Nakatomi Plaza y secuestra un grupo de rehenes. El policía John McClane, que se encuentra dentro del rascacielos, consigue escapar y comenzará una lucha a muerte contra los terroristas.



Decir que
Jungla de cristal es la mejor película de acción de la historia puede resultar una obviedad, pero con el paso de los años y con cada nuevo visionado, dicha afirmación cobra cada vez más fuerza. Sobre todo en un tiempo como el actual, donde el cine de acción está enfocado al público juvenil y no al adulto, donde la sangre ha desaparecido de la pantalla y la corrección política premia antes que la violencia que hizo grande al género y donde
Jungla de cristal se destaca como la número uno.

La película es un perfecto mecanismo de relojería donde cada resorte funciona a la perfección, cada disparo, explosión, chascarrillo, están milimétricamente calculados, creando un todo perfecto. A los 17 minutos los terroristas ya están en el edificio, a los 23 ya han tomado el lugar, a los 35 McClane se carga el primer terrorista, así hasta su apoteósico final. 131 minutos de puro entretenimiento, en toda la extensión de la palabra.

El proyecto de
Jungla de cristal comenzó como secuela de la película
Commando (Mark L. Lester, 1985) protagonizada por Arnold Schwarzenegger, y tras la negativa del austriaco a realizar la película, ésta tomo vida propia convirtiéndose en una producción independiente. Los productores Lawrence Gordon y Joel Silver desarrollaron el proyecto bajo la productora
20th Century Fox.
El guión escrito por Jeb Stuart (
El fugitivo) y Steven De E. Souza (
Commando,
La jungla 2) se basa en la novela "Nothing lasts forever" de Roderick Thorp, que a su vez es la secuela de otra novela titulada "El detective", que dio lugar a una película del mismo nombre en 1968. El planteamiento de la película es su principal fuerte, reducir el espacio de movimiento y el tiempo, confinándolo a los límites de un edificio y durante una noche, para de esa forma aumentar la tensión y emoción. Después introduce a un policía que se enfrenta a un grupo de terroristas bien armados, a los que ira eliminando uno a uno, para salvar la vida los rehenes y la suya propia. El resultado es posiblemente el mejor planteamiento de la historia para una película en acción.

Cuando lo terroristas llegan al edificio ya sabes que después espera algo muy grande, toda la secuencia del asalto al edificio y como toman posiciones, es un prodigio de puesta en escena y montaje. Y es sólo es principio, la película nos lleva de una escena cumbre a otra. Pero la película no se queda tan solo en un mero planteamiento original y nada más, esta posee varios elementos más que la convierten en la pieza maestra que es, la película que reinventó el cine de acción.

El primer gran acierto de la película, fue la elección de John McTiernan como director, ésta es la película que estaba destinado a realizar. A lo largo del metraje da continuas muestras de su talento, cada movimiento de cámara, cada encuadre, cada desenfoque en la fotografía, tienen su sello. McTiernan nos regala momentos geniales como el de McClane sacándose los cristales clavados en su pie; el encadenado que pasa del sargento Powell viendo el edificio desde lejos al tiroteo en la azotea; la muerte de Gruber; y por supuesto, todas y cada una de las escenas de acción de la película. McTiernan confirmaría su calidad como director en otras películas como, la genial
Depredador (1987), la magistral
La caza del Octubre Rojo (1990), esa gran secuela que es
Jungla de cristal. La venganza (1995) y también con la sensacional
El secreto de Thomas Crown (1999). Lamentablemente en los últimos años ha caído en cierto ostracismo personal y profesional del que espero que salga pronto y nos de otra gran obra.

Otro gran acierto fue la elección de Bruce Willis para el rol protagonista, el cine de acción necesita de actores como él, tan propensos a la ironía y el sarcasmo, para hacer más creíble su papel de héroe a la fuerza. En su momento resultó curiosa su elección. Aunque hoy día estamos acostumbrados a verle en películas de acción, por aquel entonces, sólo era conocido por su papel en la serie
Luz de luna (1985-1989) y en la comedia
Cita a ciegas (1987). Está claro que no había mejor actor para interpretar a John McClane que Bruce Willis, lo que supuso un cambio en el rol de héroe de acción, sustentado por aquel entonces por Schwarzenegger y Stallone. Willis convirtió a McClane en un tío normal, con sentido del humor y que termina gravemente herido, lo que lo diferenciaba de sus compañeros de género.

La película se inspira libremente en el género catastrofista tan popular en la década de los 70.
Jungla de cristal puede considerarse una puesta al día de
El coloso en llamas (1974), un rascacielos lleno de peligros, donde un grupo de personas deben superar todo tipo de adversidades durante una noche interminable. Del mismo modo su segunda parte fue la puesta al día de la película
Aeropuerto (1970), con terroristas de por medio.

Algunos han visto en su trama cierta crítica social, los terroristas serían la representación del alzamiento de Europa a finales de la década de los 80 y son vistos como una amenaza para los EE.UU. cuando éstos atacan dos de sus principales pilares de su sociedad, la familia (la de John McClane) y la Navidad. Además de forma irónica McTiernan usa el famoso
"Himno de la alegría" de Bethoveen (también himno de Europa) para acompañar los actos de los terroristas.

La película ha conocido hasta la fecha 3 secuelas:
La jungla 2: Alerta roja (Renny Harlin, 1990) producción muy entretenida, de espíritu megalómano, que parte de un planteamiento realmente absurdo y que básicamente sigue a pies juntillas lo acontecido en la primera parte, cambiando un rascacielos por un aeropuerto. Con todo, es un espectáculo de primer orden, con algunas escenas de acción excelentes. Jungla de cristal. La venganza (John McTiernan, 1995) la mejor secuela que uno podría imaginar, que de paso reinventa el planteamiento "Jungla de cristal", con el mejor escenario posible para ello, la ciudad de Nueva York. Un impagable Samuel L. Jackson hace de compañero de fatigas de Willis y Jeremy Irons anima la fiesta como gran villano de la función. Una montaña rusa continua de emoción. La jungla 4.0 (Len Wiseman, 2007) correcta película de acción, con un estilo muy clásico teniendo en cuenta los tiempos que corren, que se revela como la más floja de la saga, pero aun así consigue ser una entrega de los más digna, con un John McClane cincuentón, pero tan contundente como en la primera entrega.
El impresionante éxito de la película y sus secuelas, generó multitud de películas imitadoras entre las que destacan: Alerta máxima (1992), Pasajero 57 (1992), Speed (1994), Alerta máxima 2 (1995), Decisión crítica (1996), La Roca (1996), Con Air (1997), Air Force One, el avión del Presidente (1997) y Negociador (1998). Ninguna de ellas igualo al film de McTiernan.
El estreno de la película fue acompañado de un gran éxito comercial, su recaudación en EE.UU. fue de 83.008.852 de dólares, situándose como la séptima película más taquillera en su país de origen. En el resto del mundo recaudo otros 55.700.000 de dólares. Su presupuesto fue de 28 millones dólares.
El gran trabajo en el apartado técnico fue recompensado con 4 nominaciones al Oscar, en las categorías de mejor montaje (Frank J. Urioste y John F. Link), sonido (Don J. Bassman, Kevin F. Cleary, Richard Overton y Al Overton Jr.), efectos sonoros (Stephen Hunter Flick y Richard Shorr) y efectos visuales (Richard Edlund, Al Di Sarro, Brent Boates y Thaine Morris), no ganó ningún premio.
Escenas eliminadas:
No se eliminaron grandes escenas, simplemente se recortaron algunas o se rodaron de forma alternativa otras. Las más destacables son:
La escena en la que el FBI ordena cortar la electricidad en el Nakatomi Plaza era más larga. Primero había un primer intento de cortar la corriente y después la escena seguía igual que se ve en la película, con Robert Davi dando orden que corten la corriente del edificio, quedándose sin corriente también todas las manzanas de alrededor.
Se rodó una escena en la que John McClane hablaba con la azafata con la que se cruza al comienzo de la película. También se rodó una escena posterior, en la que McClane camina por la pasarela de desembarque y el hombre que estaba sentado a su lado, le vuelve a aconsejar que se quite los zapatos para relajarse.
Curiosidades:
Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Burt Reynolds y Richard Gere fueron tanteados para el papel de John McClane, antes de decantarse por Bruce Willis.
La popular frase "¡Yippee-ki-yay, hijo de puta!", es utilizada en las 4 entregas de Jungla de cristal.
Fue el debut de Alan Rickman en el cine.
En el póster original norteamericano no aparecía Bruce Willis, sólo una imagen del edificio, tras el éxito de la película y la popularidad adquirida por Willis, la Fox retiró los posters y los imprimió de nuevo, con la cara del actor al lado del edificio.
Aunque la autoría de la banda sonora pertenece a Michael Kamen, pueden oírse hacia el final de la película dos temas musicales pertenecientes a otras películas. Un fragmento de Bala blindada (1987) compuesto por John Scott, suena cuando McClane y Powell se ven por primera vez. Un tema compuesto por James Horner para Aliens (1986) suena cuando Karl resurge inesperadamente al final de la película e intenta matar a McClane.
Bruce Willis cobró un cheque de 5 millones por su participación en la película, realmente alto, teniendo en cuenta que el actor no era aun demasiado conocido.
La escena del encuentro entre McClane y Gruber, en el que este último se hace pasar por un rehén extraviado, fue ideada durante el rodaje, cuando director y productores, comprobaron la capacidad interpretativa de Alan Rickman, fue entonces cuando consideraron que sería una buena idea el enfrentar al héroe y al villano antes del final de la película.
El número de muertos de la película asciende a 23.
Bruce Willis recomendó personalmente a la actriz Bonnie Bedelia para el papel de su esposa.
John McClane lleva a su hija un gran oso de peluche, en otra película dirigida por John McTiernan, La caza del Octubre Rojo (1990), Jack Ryan lleva a su hija un oso de peluche idéntico al de John McClane.
El edificio Nakatomi Plaza es realmente el Fox Plaza, donde se encuentran las oficinas de la Fox.
John McTiernan tuvo que recortar varios planos de Alan Rickman disparando, porque el actor tenía la costumbre de fruncir el ceño y arrugar la nariz cada vez que disparaba un arma.
Para la escena en la que Hans Gruber cae desde lo alto del edificio, Alan Rickman realmente fue arrojado desde una altura aproximada de 6 metros a una gran colchoneta de aire. Para conseguir del actor una auténtica expresión de miedo, el especialista que supervisaba la escena le dijo que contaría hasta 3 y después le soltaría, pero lo hizo al contar hasta 2, lo que pilló al actor desprevenido y expresó realmente miedo en su caída.
La maqueta del puente en la oficina de Takagi, es un trabajo del famoso arquitecto Frank Lloyd Wright de 1949 para Bay Area (San Francisco).
Al comienzo de la película la camiseta de John McClane es de color blanco, después de introducirse por los conductos del aire, se vuelve de color verde, más tarde cuando se encuentra con Hans Gruber su camiseta se vuelve blanca, pero llena de manchas. Cuando descubre la identidad de Hans y se inicia un tiroteo, la camiseta se vuelve de nuevo de color verde.
La escena del final de la película, en la que John McClane salta desde la azotea del edificio, con una manguera atada a la cintura, mientras se produce una explosión tras él, fue filmada por el propio Bruce Willis sin ayuda de dobles, saltando desde una plataforma de 12 pisos de altura.
El alemán que hablan los terroristas es en ocasiones gramaticalmente incorrecto y con palabras sin sentido.
El actor Anthony Peck, que interpreta al policía que hacia el final de la película dice la frase "No, algo sobre una trampa", volvería a trabajar en Jungla de cristal. La venganza (1995) en el papel del policía Ricky Walsh.
Los terroristas llegan al edificio en una furgoneta con la inscripción "Pacific Courier" en un lateral. En Jungla de cristal. La venganza (1995) la furgoneta que explota al comienzo de la película tiene escrito "Atlantic Courier" en un lateral. En la película Speed (1994), el avión que explota al final de la película también tiene un "Pacific Courier" en un lateral. Todo es una broma interna del diseñador de producción Jackson De Govia, quien formo parte del equipo en las 3 producciones. Irónicamente, "Pacific Courier" puede traducirse como "el que trae la paz".
En un momento de la película Hans Gruber le dice a John McClane "Esta vez John Wayne no terminará marchándose con Grace Kelly", a lo que McClane replica "Ese fue Gary Cooper, inculto". Es una referencia a la película Solo ante el peligro (1952).
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